
Para abrir PODEMOS a todas las que somos
La democracia no consiste en decidir entre las que están, es más, se construye a golpe de incorporar a quienes quedaron fuera de la decisión anterior. PODEMOS, como es lógico, se organizó con mayor facilidad allí donde el tejido social -y simbólico- era más denso. Pero la necesidad de un cambio estaba en todas partes.
Lo más fácil siempre es recoger los frutos del árbol que más cerca están del suelo. Podríamos habernos conformado con ilusionar a los sectores más activos o impulsar círculos en las localidades más pobladas. Y habría sido todo un éxito, porque era mucho más de lo que antes habíamos soñado. Pero la construcción de un cambio en Asturies no puede reducirse a las zonas más pobladas o a los sectores sociales más visibles.
La propuesta de SOMOS ASTURIES parte de la necesidad constante de facilitar el encuentro de las que son pero aún no están. El problema no estaba en construir el mecanismo de decisión formalmente más democrático, sino en ampliar el número de personas para hacerlo necesario. ¿Para qué unas primarias sin un proyecto que respaldar? ¿para qué órganos de participación sin personas con necesidad de participar?
La democracia no se reduce a un método formal, como la participación no se reduce a unas primarias. El PODEMOS que conocemos hoy no se parece en nada al que habríamos construido únicamente a partir de las personas que se implicaron desde el comienzo en el proyecto. El esfuerzo por abrir puertas y ventanas fue constante, tanto como la tentación de cerrarlas. Pero el resultado está ahí. El proyecto SOMOS ASTURIES fue compartido en 30 concejos. No estamos hablando de un documento, sino de una manera compartida de entender el proceso asturiano y cómo debe contribuir a la dinámica general abierta por PODEMOS. Y el resultado no es democrático porque surgiese de un método de elección u otro -podíamos haber sorteado las secretarías generales entre la población o haber apuntado a los consejos ciudadanos sólo a quien estuviese en más de dos grupos de Telegram-, sino porque contribuye al empoderamiento de mucha buena gente que sólo conocía Podemos a través de un televisor.
Abordamos ahora la elección de órganos de dinamización de ámbito autonómico con la misma idea que el municipal: ni proyectos sin personas, ni personas sin proyectos y mucho menos proyectos unipersonales. Seguimos pensando que la clave está en avanzar ideas y facilitar espacios de deliberación. Por primera vez, una organización política abre la elección de sus responsabilidades internas a toda la población. Para estar a la altura del reto histórico que tenemos ante nosotras, necesitamos que el Consejo ciudadano asturiano siga haciendo de Podemos un instrumento de participación de cambio, en el que se vea reflejado el conjunto de la población, pero sobre todo aquella con más ansias de cambio.
Por eso hicimos pública una propuesta de áreas de trabajo (Consejo ciudadano de Asturies (Áreas 2.0)) e invitamos a la toda la gente -participase o no en Podemos- a sugerir cambios y personas que podrían aportar al proyecto desde esos espacios de trabajo. La respuesta, como siempre sucede con Podemos, nos ha desbordado.
El sábado 17, por la mañana, compartiremos una propuesta de composición del CC -partiendo de las propuestas de las distintas localidades- con todas las Secretarías generales, sean o no candidaturas de Somos Asturies, para introducir posibles cambios que serán debatidos y aprobados por votación en asamblea abierta a toda la ciudadanía a lo largo de la tarde. No será quizás el mejor mecanismo ni los ritmos más adecuados, pero estamos aprendiendo.